miércoles, 31 de agosto de 2011

El Cambio


No escuches a los amigos cuando el amigo que hay dentro de ti te dice "Hazlo"(Mahatma Ghandi)






Uno de los principios esenciales para vivir….
Una vida inspirada es recordar que nuestros deseos…. Nunca llegan cuando queremos. Llegan cuando deben de llegar. (Wayne Dyer)






Las plegarias que surgen del corazón pueden lograr lo que nada más en el mundo puede conseguir(Mahatma Gandhi)

La oración no es el ocioso pasatiempo de una mujer anciana. Adecuadamente entendida y aplicada, es el instrumento más potente para la acción.(Mahatma Gandhi)

La esencia de la verdadera enseñanza religiosa e que uno deberia servir y ofrecer amistad a todo el mundo. Es bastante facil ser amigable con los propios amigos. Pero mostrar amistad a quien se considera vuestro enemigo es la quintaesencia de la verdadera religios. Lo otro son meros negocios.(Mahatma Gandhi)

La bondad debe ir unida al conocimiento. A lo largo de mi vida he podido constatar que la mera bondad no resulta de gran utilidad. Hay que cultivar la noble cualidad discriminadora que acompaña al coraje y al caracter espiritual.(Mahatma Gandhi)


Hay una manera de vivir … una manera de vivir en el mundo….
Que no esta aquí, sin embargo, parece estar
No cambian de apariencia , pero sonríen mas frecuentemente…
Su frente esta serena…. Sus ojos están en silencio.. recorren este camino como lo hacen los demás.. no obstante parecen ser distintos a ellos… y sin duda lo son, es por eso que le puede servir… mientras se sirve a si mismo.
Una nueva forma de vivir…. Para estar en espíritu(Ralph Waldo Emerson)


Si supieras quien te acompaña siempre por la senda que elegiste, nunca tendrías miedo ni dudas(Un curso de milagros)

martes, 30 de agosto de 2011

"Da instrucciones nocturnas a tu cerebro, ¡y obedecerá!"



Adjunto el siguiente enlace al blog :"Da instrucciones nocturnas a tu cerebro, ¡y obedecerá!" , porque su significado, su contenido, es algo que vengo practicando desde hace ya 6 meses, y he logrado mejorar mi calidad de vida, aún me falta mucho por hacer, pero se van notando los cambios. Me repito varias veces al dia, palabras afirmativas o palabras que creo necesito para conseguir mis objetivos por ejemplo: Tengo Fe, confianza, amor, perdón, alegría, capacidad de servicio, paciencia, motivación, esfuerzo, equilibrio, aceptación de las cosas que no me gustan, compasión, humildad. Todo esto tiene que ir acompañado de la acción. Aunque carezca de estas virtudes, me las repito como si las tuviera, se ha de ser constante. A este proceso añado también, la práctica de entre 30 y 60 minutos por día "ejercicios de relajación".(Maria Helena Bonilla)

Las palabras se convierten en experiencias(Redes)

Cuando uno cambia su forma de contemplar las cosas, las cosas que contempla cambian» ( Dr. Wayne Dyer - Pide y se te dará )

Explicaré brevemente con mis palabras porqué sirve este proceso de repetición de palabras afirmativas, basado en lo que dice la ciencia de la psicología(Texto Ps.Emoción Uned- pag. 364 edición 2010)

Texto: La ansiedad como rasgo(característica de personalidad o tendencia a reaccionar de forma ansiosa, con independencia de la situación).

Si por ejemplo una persona tiene un rasgo de ansiedad de daño fisico y se encuentra en una situación de evaluación social, no se le producirá el incremento de nivel de ansiedad pero si esta misma persona se encuentra en una situación de daño físico si que se producirá tal respuesta de ansiedad. Por lo tanto son los factores cognitivos y motivacionales que predisponen a la persona a hacer interpretaciones amenazantes a cerca de la situación. En conclusión la ansiedad rasgo puede ser consiederada como una ansiedad futura que se basa en la ansiedad del pasado ya que es la que determina la prediposición cognitiva a interpretar ciertas situaciones como amenzantes, independientemente del peligro real.

Comentario(Maria Helena Bonilla): Por lo que me lleva a concluir que somos más propensos a tener un rasgo de ansiedad "específico" en base a nuestras creencias pasadas a lo que hemos ido almacenando con el tiempo, y si el cerebro es moldeable, podemos cambiar de creencias, juicios pasados que no nos favorecen para nuestra vida actual. Y cómo cambiamos esos pensamientos negativos? o que no nos favorece para nuestra vida actual, también dice la neurociencia "Cualquier experiencia modifica la sinapsis de la transferencia de Información entre Neuronas y las palabras también son experiencias", pues bien, si nos repetimos palabras afirmativas, de forma verbal, escrita reiteradas veces, vamos a modificar los contactos de energía(sinapsis) entre neuronas y estas palabras se convertirán en experiencias en realidades. Viene a mi memoria una poesia de Ana María Rabaté decía en una línea por ejemplo "Si a un niño le enseñas a criticar, aprenderá a criticar", es decir si nos han repetido desde pequeños creencias negativas procederemos consecuentemente con estas creencias y actuaremos consecuentemente con estas creencias.



A continuación describo en qué aspectos he mejorado:

En mi trabajo empatizo mejor con mis jefes y mis clientas, tanto que he conseguido que las personas se pongan en mis zapatos. He aportado un valor agregado a mi puesto, al realizar un trabajo de investigación sobre el ALZHEIMER que se encuentra en este blog también. Este trabajo de investigación nos ha servido para que el personal pueda mejorar su calidad de servicio a nuestras clientas.

En mis estudios, no me he conformado con estudiar el libro obligatorio de mi asignatura sino que he ido a buscar más información al respecto, lo que me ha ayudado a entender mejor y aumentar aún más los conocimientos de mi asignatura y a sentir placer por la asignatura, he ampliado mi capacidad de memoria(me toma menos tiempo aprender), y presto más atención a los detalles, me he vuelto más analítica, objetiva, creativa.

En la parte personal he conseguido tener más confianza en mí y transmitirla a mi hija, por lo tanto siento confianza en ella y le doy más libertad de movimiento y de pensamiento. Soy capaz de aceptar críticas, y de reirme de mi misma, de aceptarme tal cual soy.

En el aspecto económico ha dejado de preocuparme y pasar a un plano secundario la búsqueda de dinero, administro mejor mis ingresos por lo que al administrarlos mejor los utilizo enfocados a mis objetivos y no me disperso, ni mal gasto en cosas triviales o innecesarias.

En el aspecto de la salud me he liberado del dolor del talón del pie derecho, y como me encuentro por lo general relajada(ejercicios de relajación), busco en la caminata (40 min 3 dias a la semana) la oportunidad para seguir reflexionando, ya no sufro de alergia(primaveral), pienso que he elevado mis defensas.

En el aspecto social he ampliado mi círculo y además he logrado encontrar en mi camino personas que tienen un perfil similar al mío en cuanto a pensamientos, actitudes. No queriendo decir que esté cerrada a personas de diferentes perfiles al mío, todo lo contrario la práctica de la bondad y de la meditación me ayuda a empatizar con personas que antes no lo hubiera tenido.

En el aspecto emocional practico la capacidad de analizar, qué me mueve o me impulsa a tener determinada emoción, qué me perjudica o qué me beneficia, me explico mejor: si por algo me enfado (resultado), analizo el antecedente, o sea qué me llevó a enfadarme y sólo con esta reflexión tomo alguna medida para que no me vuelva a ocurrir y así poder manejar mejor la emoción de la ira por ejemplo.

Me encuentro más alegre, no quiere decir que no pase por dias de tristeza, sólo que han disminuido en cantidad y en tiempo de duración. Considerar que tengo un turno de noche en mi trabajo y esto me condiciona, pero lucho contra esto. es muy importante el descanso, pero lo llevo mejor aunque no duerma durante la noche, antes debia tomar pastillas para dormir, y al año cogia una baja por lo menos, y ahora no tomo pastillas ni cojo bajas laborales.

En el aspecto de la paciencia ha sido una luz en mi camino, ya que siempre actué impacientemente en todos los aspectos de mi vida, por lo tanto me he dado muchos golpes innecesarios, cometido errores, no quiero decir que no sea bueno equivocarse, pero al actuar pacientemente pienso mejor las cosas, y cuando tomo alguna decisión la tomo más segura, antes no me pasaba lo mismo, tomaba las decisiones con inseguridad sabiendo muchas veces que estaba equivocada y no hacía nada por remediarlo, ahora me equivocaré pero sabré asumir mis responsabilidades.

En el aspecto espiritual ahora tengo mis creencias más firmes y con más lógica para mi realidad, soy más agradecida con las personas y con la vida misma, me mueve el amor, primero a mí misma y luego a los demás tratando siempre de conseguir ese ideal que no sé si lo lograré, que es el amar a todos por igual, es duro, debo decir aquí que esto no lo he conseguido.

He añadido un enlace que es importante considerarlo para esta práctica de repeticiones afirmativas "17 segundos y Cambia tu Vida"





Mas información en relación al cambio de nuestras percepcion de las cosas y como influye en nuestra vida favorablemente o desfavorablemente.fuente : la vanguardia 9 sept/2011



Tener sentido en la vida




Tener una sensación de objetivo en la vida es algo de suma importancia. No hay nada que sea más decisivo para su supervivencia y para su estabilidad emotiva. Cuando desaparece esa sensación de objetivo en la vida, el individuo se hace propenso a la depresión, la enfermedd, la tensión e incluso la muerte. Colocar el sentido personal de un objetivo en la vida en otra persona entraña el peligro de que uno no tenga control sobre su propio destino. Si otra persona da a su vida significado y contenido y luego desaparece, su vida no tendra ya significado ni objetivo. Esa sensación debe, por definición, venir de usted.

Muchos individuos se mantienen literalmente vivos por su sentido de misión personal. Algunas personas se entregan tanto a un proyecto que sencillamente no pueden permitirse enfermar o morir. Cuando el proyecto está terminado y desaparece también lo que dá sentido a su vida, el individuo se permitará ponerse enfermo y la muerte suele ser el resultado.

Victor Frankl, en su libro "En busca del sentido humano", cuenta como algunos de sus compañeros de cautiverio en un campo de concentración nazi perdieron literalmente la vida al perder el sentido de un objetivo y una misión en sus vidas. Un compañero en el campo de prisioneros le explicó al doctor Frankl un sueño, le explicó que le liberarían el 31 de marzo de 1945. Esto se convirtió en su única razón de vivir, su único propósito en la vida. Victor Frankl nos explica asi la liberación:

El 29 de Marzo, se puso clínicamente enfermo y le subió mucho la temperatura. El 30 de Marzo, el dia en que su profecía le había dicho que acabarían para el la guerra y el sufrimiento, empezó a delirar y perdió la conciencia. Murió el 31 de Marzo. Todas las apariencias exteriores parecían indicar que había muerto de tifus... La causa profunda de la muerte de mi amigo fue que no llegó la liberación esperada y que eso le produjo una desilusión terrible. Eso redujo considerablemnte la resitencia de su organismo a la infección tifoidea latente. Al paralizarse su fe en el futuro y su voluntad de vivir, su cuerpo cayó víctima de la enfermedad.. y con ello se cumplió la profecia.

Frankl habla una y otra vez de prisioneros que morían cuando ya no tenían el sentido de un objetivo vital. El mismo opinaba que su propia supervivencia era consecuencia directa de ese sentido de objetivo en la vida, que era el de explicar su historia a toda la humanidad.
El sabía que debía sobrevivir para cumplir ese propósito personal. Ese deseo le dió una fuerza que nunca había creído tener.

Puede que no esté en juego su propia superviviencia personal en terminos de vida o muerte, pero puedo garantizsrle que su estabilidad emotiva, sus sentimientos de dignidad y felicidad, junto con su sentido de compromiso, están claramente ligados al hecho de tener una sensación de valor, de significado y de objetivo en la vida. Y este sentido debe ser algo que siente usted desde dentro, en vez de tenerlo conectado a alguien o a algo externo a usted.

Fuente : Texto El cielo es el límite - Wayne Dyer.


lunes, 29 de agosto de 2011

Todo llega a su tiempo (MAHATMA GANDHI)




Tú y sólo tú escoges la manera en que vas a afectar el corazón de otros y esas decisiones son de lo que se trata la vida....

Sé firme en tus actitudes y perseverante en tu ideal.
...Pero sé paciente, no pretendiendo que todo te llegue de inmediato.
Haz tiempo para todo, y todo lo que es tuyo, vendrá a tus manos en el momento oportuno.

Aprende a esperar el momento exacto para recibir los beneficios que reclamas.

Espera con paciencia a que maduren los frutos para poder apreciar debidamente su dulzura.

No seas esclavo del pasado y los recuerdos tristes.

No revuelvas una herida que está cicatrizada.

No rememores dolores y sufrimientos antiguos.

¡Lo que pasó, pasó!
De ahora en adelante procura construir una vida nueva, dirigida hacia lo alto y camina hacia delante, sin mirar hacia atrás.

Haz como el sol que nace cada día, sin acordarse de la noche que pasó.

Sólo contempla la meta y no veas que tan difícil es alcanzarla.

No te detengas en lo malo que has hecho; camina en lo bueno que puedes hacer.

No te culpes por lo que hiciste, más bien decídete a cambiar.

No trates que otros cambien; sé tú el responsable de tu propia vida y trata de cambiar tú.

Deja que el amor te toque y no te defiendas de él.

Vive cada día, aprovecha el pasado para bien y deja que el futuro llegue a su tiempo.

No sufras por lo que viene, recuerda que “cada día tiene su propio afán”.
Busca a alguien con quien compartir tus luchas hacia la libertad; una persona que te entienda, te apoye y te acompañe en ella.

Si tu felicidad y tu vida dependen de otra persona, despréndete de ella y ámala, sin pedirle nada a cambio.

Aprende a mirarte con amor y respeto, piensa en ti como en algo precioso.
Desparrama en todas partes la alegría que hay dentro de ti.

Que tu alegría sea contagiosa y viva para expulsar la tristeza de todos los que te rodean.

La alegría es un rayo de luz que debe permanecer siempre encendido, iluminando todos nuestros actos y sirviendo de guía a todos los que se acercan a nosotros.

Si en tu interior hay luz y dejas abiertas las ventanas de tu alma, por medio de la alegría, todos los que pasan por la calle en tinieblas, serán iluminados por tu luz.

Trabajo es sinónimo de nobleza.

No desprecies el trabajo que te toca realizar en la vida.

El trabajo ennoblece a aquellos que lo realizan con entusiasmo y amor.

No existen trabajos humildes.
Sólo se distinguen por ser bien o mal realizados.

Da valor a tu trabajo, cumpliéndolo con amor y cariño y así te valorarás a ti mismo.

Dios nos ha creado para realizar un sueño.

Vivamos por él, intentemos alcanzarlo.

Pongamos la vida en ello y si nos damos cuenta que no podemos, quizás entonces necesitemos hacer un alto en el camino y experimentar un cambio radical en nuestras vidas.

Así, con otro aspecto, con otras posibilidades y con la gracia de Dios, lo haremos.

No te des por vencido, piensa que si Dios te ha dado la vida, es porque sabe que tú puedes con ella.

El éxito en la vida no se mide por lo que has logrado, sino por los obstáculos que has tenido que enfrentar en el camino.

Tú y sólo tú escoges la manera en que vas a afectar el corazón de otros y esas decisiones son de lo que se trata la vida.

“Que este día sea el mejor de tu vida".

MAHATMA GANDHI

domingo, 28 de agosto de 2011

La Compasión como antídoto a la Hostilidad


La Emoción de la Hostilidad 

Está estrechamente relacionada con la ira y la agresividad.

La Hostilidad indica una devaluación del valor y de los motivos de lo otros, una expectación de que los otros están equivocados, una perspectiva de estar en oposición hacia los otros, y un deseo de infligir daño o ver a los otros como dañinos.

La hostilidad es una actitud mantenida y duradera que implica variables cognitivas de cinismo, desconfianza y denigración.

Cinismo(la creencia de que los otros están egoistamente motivados)

Desconfianza(la sobregeneralización de que los otros podrían ser dañinos e intencionalmente provocadores)

Denigración(la evaluación de los otros como deshonestos, peligrosos, mezquinos y no sociales)

Es una actitud cínica acerca de la naturaleza humana en general, pudiendo llegar al rencor y la violencia en determinadas situaciones, aunque lo más frecuente es que la hostilidad sea expresada de modos muy sutiles, que no violen las normas sociales. La hostilidad implica creencias negativas acerca de otras personas, así como la atribución de que el comportamiento de estas otras personas es antagónico o amenazador para nosotros.

La hostilidad está conformada de creencias y actitudes negativas y destructivas hacia los demás, tales como odio, rencor y resentimiento.

Las personas que experimentan la hostilidad son muy proclives a manifestar reacciones agresivas contra dichas personas.

Las emociones más prominentes en patrón de hostilidad son ira, asco y desprecio.

La hostilidad hay que diferenciarla de la agresión, ya que aunque a veces la agresión puede estar instigada por una actitud hostil, evidentemente no siempre hay debajo de la manifestación agresiva una actitud hostil, la agresión en estos casos es totalmente independiente de la hostilidad.

La agresión es un acto físico que puede o no ser instigado y mantenido en parte por una o más de las emociones del patrón de hotilidad. La intención es dañar, desconcertar o defender del objeto.

Hay situaciones que podrían llegar a provocar directamente la hostilidad, situaciones en las que se produce violencia física, situaciones en las que percibimos o atribuimos a otras personas actitudes de irritabilidad, de negativismo, de resentimiento, de recelo o de sospecha hacia nosotros o hacia personas queridas de nuestro entorno. Podríamos decir que la hostilidad tiene características contagiosas, puesto que se desencadena cuando nos sentimos objeto de la hostilidad de otras personas.

La hostilidad implica la percepción de los demás como una fuente frecuente de provocación, maltrato y frustración asumiendo como resultado la creencia de que los otros no merecen la confianza ni el respeto.

Casi todas las personas que tienen una actitud hostil sufren de intenso dolor de cabeza o de una continua lesión en sus cordones espinales están frecuentemente airados y/o hostiles

Las personas que perciben a otros y al medio ambiente de una manera negativa y culpable responde con más frecuencia con intensos sentimientos de ira.

Situaciones que generan una actitud hostil están: la estabilidad, el nivel de autoestima, defensividad, recelo,desconfianza, el rol masculino y las normas sociales.

Los hombres puntúan más alto en hostilidad que las mujeres. E incrementa con la edad.

La hostilidad en algunas ocasiones puede actuar como motivadora de conductas agresivas y de venganza.

Las personas hostiles cuando se enfadan experimentan constantes rumiaciones. La evidencia empírica ha demostrado que las rumiaciones constantes de estos sujetos prolongan la experiencia subjetiva de ira.

La persona hostil discute con la gente con bastante frecuencia y levanta la voz cuando discute, utilizan un lenguaje fuerte, y amenazante.

Las personas hostiles pueden generar a su alrededor un medio ambiente con escaso apoyo social, las personas hostiles inician un proceso de rechazo hacia ellos, lo inician al interpretar la conducta de los demás como antagonista o amenazante y al atribuirles intenciones malevolentes, este tipo de pensamientos produce un modo de actuar desagradable por parte de las personas hostiles, que genera en los demás una serie de conductas antagonistas respecto a ellos.

Los propios sujetos hostiles evitan la búsqueda de apoyo social, tiene ausencia de conductas saludables como los buenos hábitos para la salud, como el ejercicio físico, el cuidado personal.

Sus consecuencias son directas sobre le hiperreactividad cardiovascular.

Fuente : Texto Psicología Emoción- Enrique G.Fernández-Abascal-Beatriz García Rodríguez-Ma.Pilar Jiménez Sánchez-Ma.Dolores Martín Díaz- Francisco Javier Dominguez Sánchez (UNED)


Enfermedad cardiovascular, hostilidad y cinismo

Las investigaciones científicas sobre factores de la personalidad y las enfermedades crónicas se han centrado en su mayoría en averiguar si existen personalidades tendentes a padecerlas o no. Durante algún tiempo se creyó que habían pruebas contundentes de que estaba claro que existía una pauta de comportamiento especial, relacionada con una mayor incidencia del riesgo de enfermedad cardiovascular, a la que se daba el nombre de CONDUCTA TIPO -A. No obstante, investigaciones más recientes han demostrado que lo más seguro es que no sea toda la pauta  TIPO -A  la que esté asociada a enfermedades del corazón, sino solamente un aspecto de ella.

Las personas TIPO-A se caracterizan por estar impelidas por la sensación de urgencia en el tiempo y por la competitividad. Generalmente suelen mostrarse impacientes, hostiles y agresivas. Sus gestos y su manera de hablar son apresurados y bruscos. En esta terminología, las personas que no muestran pautas del TIPO-A son clasificadas como de TIPO-B. Según el doctor Meyer Friedman, uno de los creadores del concepto TIPO-A,  las personas pertenecientes al TIPO-B son más tolerantes que las del TIP-A, no sienten la urgencia del tiempo, ni se muestran irritables, hostiles y agresivas. También están más dispuestas a los periodos de contemplación . Sin embargo, no existen pruebas de que los sujetos que pertenecen al TIPO-B sean menos productivos o cuenten con menos éxitos que los del TIPO-A. La primera prueba que relacionaba el comportamiento TIPO-A con enfermedades cardiovasculares provino de un ambicioso proyecto de investigación, el Western Collaboration Group Study. Este estudio dividió a tres mil quinientos varones sanos y sin sintoma alguno de enfermedad en dos grupos : sujetos de TIPO-A y sujetos de TIPO-B. Ocho años después fueron reconocidos de nuevo para ver quiénes habían contraído alguna enfermedad cardiovascular y quienes no. Los del TIPO-A desarrollaron enfermedades coronarias en una proporción de 2-4 veces(según la edad, los más jóvenes tenían mayor riesgo) superior a los del TIPO-B.

Muchos otros estudios confirmaron el nexo entre la conducta de TIPO-A y una enfermedad cardiovascular y demostraron que lo mismo ocurría en el caso de mujeres. Sin embargo, estudios llevados a cabo más recientemente, en especial los dirigidos por el doctor Redford Williams, de la Escuela Médica de la Universidad de Duke, han examinado aisladamente el componente de hostilidad de la pauta de conducta del TIPO-A y han observado que constituye un vaticinador más fuerte por si solo de enfermedad cardiovascular que si se toma la pauta del TIPO-A en su totalidad. Dicho de otro modo, las pruebas sugieren que, si nuestra pauta es del TIPO-A, contamos con menos peligros de enfermedad coronaria si nuestro grado de hostilidad es bajo, aunque seamos hiperactivos y competitivos. Además, grados altos de hostilidad vaticinaron no sólo infartos de miocardio y muerte por enfermedad coronaria, ¡ sino también un riesgo más alto de muerte por cáncer y cualquier otra causa!

En su fascinante estudio, el doctor Williams y sus colaboradores llevaron a cabo un trabajo de seguimiento en médicos varones, cuyo nivel de hostilidad en un determinado test psicológico había sido medido veinticinco años antes, cuando todavía eran estudiantes. Se observó que quienes contaban con niveles más bajos de hostilidad cuando iban a la facultad tenían un 25% menos de peligro de padecer una enfermedad coronaria veinticinco años después que sus compañeros con elevados niveles de hostilidad. Cuando se concentraron en muertes debidas a otro tipo de causas, los resultados también fueron impresionantes. Desde que se habían licenciado, sólo un 2% de los que se encontraban en el grupo de bajo nivel de hostilidad había muerto, mientras que el 13% de quienes estaban en el grupo de nivel alto de hostilidad había fallecido en el mismo periodo de tiempo. En otras palabras, quienes mostraron elevados signos de hostilidad en un test psicológico realizado hace veinticinco años están muriendo en la actualidad en una proporción seis veces y media superior a la de aquellos cuyo nivel de hostilidad era bajo en aquel entonces.

Williams define la hostilidad " como una ausencia de confianza en la bondad básica de los demás", basada " en la creencia de que los demás son, por lo general , mezquinos, egoístas y poco fiables". Subraya que esta actitud se suele adquirir en la primera época de la vida a causa de quienes nos cuidan- padres u otros cuidadores-, y que,  con toda probabilidad, refleja un pobre desarrollo de "confianza básica". Williams señala asimismo que la hostilidad contiene un fuerte componente de cinismo, como se demuestra en dos puntos tipicos del cuestionario que utilizó para medir esta cualidad : "Mucha gente hace amigos pensando en que éstos probablemente le serán útiles alguna vez" y "He trabajado con frecuencia con personas que saben acaparar todos los méritos cuando las cosas salen bien, pero  que son capaces de desviar siempre los errores hacia aquellos que se encuentran a sus órdenes". Las personas que así actúan tiene una visión sumamente cínica de la gente en general. Con tal visión del mundo y de los demás, se comprende que las personas cínicas y hostiles se sientan dominadas por los sentimientos de ira y de agresividad con muchas más frecuencia que los demás.

El estudio de estos médicos nos proporciona pruebas fehacientes de que una perspectiva hostil y cínica del mundo puede, en si y por si misma, incrementar mucho más los riesgos de enfermedad y muerte precoz que una visión más confiada de la gente. Parece ser que una actitud hostil y cinica muy arraigada impide experimentar bienestar. Tanto este como otros descubrimientos se encuentran descritos con detalle en la obra del doctor Williams THE TRUSTING HEART, en la que también señala que todas las tradiciones religiosas importantes del mundo hacen hincapié en el valor de desarrollar las cualidades que la ciencia parece ahora indicar como beneficiosas para nuestra salud.

Fuente : Texto "Vivir con plenitud las crisis" - 15. Mente y cuerpo: Las creencias, las ideas y las emociones pueden causar daños o sanar,- pág. 254-256- Dr. Jon Kabat Zinn


La Compasión como antídoto  frente a la Hostilidad


La compasión es padecer con, identificarse con el sufrimiento de los otros, ser sensible a sus cuitas, preocupaciones y necesidades, no desoír sus demandas de ayuda, tratar de poner los medios para remediar su sufrimiento, evitar dañar o poner en peligro a los demás, superar el mórbido egoísmo, ayudar, ser generoso y poner medios para que otras criaturas sean felices.

La compasión es una actitud interior que se refleja en palabras amorosas y suaves, cargadas de aliento y comprensión y que condicionará de forma favorable nuestras acciones. En realidad, la compasión nos humaniza, nos hace prodigiosamente sensibles, pero no sensibleros, nos invita a la apertura conciliadora y benevolente, sin que eso sea un absoluto, bien al contrario, falta de firmeza. Nos hace sentir a los demás como parte de nosotros mismos, nos previene contra la fría indiferencia y desarrolla sentimientos de afecto, simpatía y deseos de consolar, animar, ayudar a los demás.

No hay cualidad más hermosa que la compasión. Es también el gran antídoto contra la avaricia, la ira y la crueldad. Si algo necesita esta humanidad es compasión, si algo le falta a esta sociedad cibernética es compasión, si algo debe alumbrar en el corazón del homoanimal para que se convierta en ser humano es compasión.

Fuente: Texto Terapia Espiritual- Ramiro Calle



«Cuando uno cambia su forma de contemplar las cosas, las cosas que contempla cambian»
 Wayne Dyer 

viernes, 26 de agosto de 2011

La Paradoja de nuestro tiempo



La paradoja de nuestro tiempo es que tenemos edificios más altos y temperamentos más reducidos, carreteras más anchas y puntos de vista más estrechos. Gastamos más pero tenemos menos, compramos más pero disfrutamos menos. Tenemos casas más grandes y familias más pequeñas, mayores comodidades y menos tiempo.

Tenemos más grados académicos pero menos sentido común, mayor conocimiento pero menor capacidad de juicio, más expertos pero más problemas, mejor medicina pero menor bienestar.

Bebemos demasiado, fumamos demasiado, despilfarramos demasiado, reímos muy poco, conducimos muy rápido, nos enojamos demasiado, nos desvelamos demasiado, amanecemos cansados, leemos muy poco, vemos demasiada televisión y rezamos muy rara vez.

Hemos multiplicado nuestras posesiones pero reducido nuestros valores. Hablamos demasiado, amamos demasiado poco y odiamos muy frecuentemente.

Hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no a vivir. Añadimos años a nuestras vidas, no vida a nuestros años. Hemos logrado ir y volver de la luna, pero se nos dificulta cruzar la calle para conocer a un nuevo vecino. Conquistamos el espacio exterior, pero no el interior. Hemos hecho grandes cosas, pero no por ello mejores.

Hemos limpiado el aire, pero contaminamos nuestra alma. Conquistamos el átomo, pero no nuestros prejuicios. Escribimos más pero aprendemos menos. Planificamos más pero logramos menos. Hemos aprendido a apresurarnos, pero no a esperar. Producimos computadoras que pueden procesar mayor información y difundirla, pero nos comunicamos cada vez menos y menos.

Estos son tiempos de comidas rápidas y digestión lenta, de hombres de tallas grandes y pequeñez de carácter, de enormes ganancias económicas y relaciones humanas superficiales. Son los días de dos ingresos pero más divorcios, casas más lujosas pero hogares rotos. Son tiempos de viajes rápidos, pañales desechables, moral de usar y tirar, encuentros de una noche, cuerpos obesos, y píldoras que hacen todo, desde alegrar y apaciguar hasta matar. Son tiempos en que hay mucho en el escaparate y muy poco en la bodega. Tiempos en que la tecnología puede hacerte llegar esta carta y en que tú puedes elegir compartir estas reflexiones o simplemente borrarlas.

Acuérdate de pasar algún tiempo con tus seres queridos porque ellos no estarán aquí siempre.

Acuérdate de ser amable con quien ahora te admira, porque esa personita crecerá muy pronto y se alejará de ti.

Acuérdate de abrazar calurosamente a quien tienes cerca porque ese es el único tesoro que puedes dar con el corazón, sin que te cueste ni un centavo.

Acuérdate de decir “te amo” a tu pareja y a tus seres queridos, pero sobre todo dilo sinceramente. Un beso y un abrazo pueden reparar una herida cuando se dan con toda el alma.

Acuérdate de tomar de la mano a esos seres queridos y atesorar ese momento, porque un día esa persona ya no estará contigo.

Date tiempo para amar y para conversar. Date tiempo también para compartir tus mas preciadas ideas.

A todos los amigos de mi vida: ¡¡ Gracias por ser MI AMIGO !!

Y siempre recuerda:

La vida no se mide por el número de veces que tomamos aliento, sino por los extraordinarios momentos que nos lo quitan.

George Carlin

miércoles, 24 de agosto de 2011

Terapia Espiritual




Transcribo una parte del texto “Terapia espiritual”-Ramiro Calle, que considero me ha hecho falta en este proceso de crecimiento personal y como este blog es una secuencia ordenada de mi desarrollo y cambio interior paso a copiarlo.

La Insatisfacción

La Insatisfacción crea ansiedad, angustia, confusión y malestar.
Roba el sosiego, la claridad mental y el bienestar anímico, causa sufrimiento e impele a buscar compulsivamente la manera de encontrar el remedio a ese sentimiento, del mismo modo que el sediento busca agua para saciar su sed. Esa energía en forma de insatisfacción nos moviliza para buscar el modo de llenar dicho hueco interior. La cuestión es cómo nos proponemos cubrirlo: si con numerosas actividades ajenas, proponiéndonos todo tipo de logros y metas, buscando otras personas que nos la satisfagan o acumulando los llamados “éxitos profesionales o sociales”
Pero si procuramos al menos una parte de nuestra vida a las prioridades más esenciales de un ser humano (salvo las necesidades básicas) que son:

Paz interior

Salud mental

Salud física

Optimas relaciones con los seres queridos.

Este aprendizaje integral es la verdadera terapia espiritual en ella se implica el cuerpo, aparato psíquico y el modo de involucrarnos y relacionarnos con los demás, Buda pensaba: “ayudándonos a nosotros mismos, ayudamos a los demás, ayudando a los demás, nos ayudamos a nosotros mismos”
Nadie puede ejecutar el trabajo interior, o sea sobre uno mismo, por otro. Compete a cada persona que quiera seguir la senda del bienestar y uno mismo es su artífice, su maestro y su terapeuta.

Mediante el desarrollo de uno mismo, la evolución de la conciencia y el real autoconocimiento, como vamos dándole un sentido supremo a la vida humana, pero además con un carácter pragmático: estamos mejor preparados para resolver la vida exterior, colaborar en las de los otros y sentir más aplomo ante las circunstancias adversas. Al sentirnos integrados, seguros, confiados y dispuestos a aceptar y no a inventar a los otros, los vínculos afectivos son más sólidos y sanos, y el cariño prevalece más allá de cualquier diferencia de caracteres o intereses vitales.


La vía de la acción diestra (contemplación en la acción)

La acción puede convertirse en actitud de meditación e instrumentalizarse para seguir evolucionando y ponernos a prueba a nosotros mismos para poder explorar en la actividad y en la vida cotidiana nuestros estados mentales, para superar los nocivos y potenciar los constructivos. Pero hay que aprender a relacionarse más sabiamente con la acción y no dejar que nos aliene, no ansiar los resultados, que vendrán por añadidura si tienen que venir. Obviamente, si la acción es más precisa, diestra y sagaz, los resultados vendrán con más facilidad, como la rueda de la carreta sigue a la pezuña del buey, pero no hay que tensarse ansiando los resultados, porque se pierde mucha energía, se desvanece el sosiego y se alimenta mucha codicia.

Por desgracia, la mayoría de las personas, en una sociedad en la que solo prima la productividad y el culto al ego, busca desesperada y neuróticamente los resultados.

La acción en si misma solo se valora porque traerá resultados y no por la acción misma. Es una lástima, porque entonces la acción se corrompe, pierde su precisión y belleza, se torna un medio insustancial y no un instrumento de crecimiento de la conciencia y evolución interior. Es mucho más saludable apreciar la acción por la acción misma y comprender que el camino ya es la meta, el proceso ya es el logro, la ladera ya es la cima.
Cada momento cuenta, cada instante tiene su peso específico. Aquí y ahora, con plenitud, conciencia y desapego, aquí y ahora, con apertura de mente y de corazón, valorando el proceso y no solo sus consecuencias o resultados, aquí y ahora sin aferramiento ni inútiles resistencias, con la espontaneidad con que la luna se refleja en las aguas del lago, sin bloqueos, convirtiendo la realidad inmediata en un ejercicio de atención consciente y ecuanimidad para no dejar de aprender, renovarse y ser. Si uno está en los resultados, no está en la acción, si uno está en las metas, se pierde el interesante camino hacia las metas. Hay un adagio que reza “cuanto más lo busco, más lo pierdo “y otro que dice “sigue corriendo si quieres. Al final encontrara la meta: se llama muerte”.

La instrucción es “Haz lo mejor que puedas en cualquier momento y circunstancia, con precisión y destreza, atenta y sosegadamente, sin dejarte alienar por la acción y sin obsesionarte por los resultados”. Por tanto todo en esta vida se puede volver un magnifico medio para el entrenamiento de la conciencia y la puesta en marcha de nuestras fuerzas de evolución. Cuando se opera de esta manera, el desgaste es menor y la vida misma se convierte en un maestro, en un continuo ejercitamiento. Pero esta actitud que combina la entrega y el desasimiento no es fácil. A menudo nos dejamos prender por toda suerte de automatismos y nos obsesionamos tanto por lo que hacemos como por lo que podemos conseguir. Entonces, la acción ya no es ni armónica ni bella, está marcada por el egoísmo, nos arraigamos mórbidamente en ella y deja de ser estimulante o placentera, porque es solo un medio para conseguir un fin. La acción entonces no representa un encuentro con uno mismo ni un método de integración, sino una actividad que ansía y fragmenta.

Bregar con la vida diaria es un excelente ejercitamiento de yoga. Hay que ir aprendiendo a vigilar más estrechamente los actos, las palabras y la mente. Tenemos que aprovechar la relación con el mundo y sus eventos para ampliar la capacidad de comprensión. Si estamos en cada momento y cada momento cuenta, no tendremos tanta insatisfacción y no perseguiremos con tanta zozobra mitigarla.

Toda experiencia, placentera o no, es un recurso para el autoconocimiento y la evolución de la conciencia. Ambas son útiles. Tanto el disfrute como el sufrimiento nos ayudan a potenciar la ecuanimidad y a recuperar el equilibrio. Son ocasiones fantásticas para examinar las tendencias de aferramiento y rechazo, a la luz de la conciencia y la firmeza de mente. Vamos desarrollando así otro modo de percepción, menos limitado y menos condicionado por las reacciones. No hay lugar para autoengaños, aferramientos, culpabilizaciones ni escapismos. Seguimos la vía del aquí-ahora, de la confrontación y la no evasión, y no la vía del escapismo, que se ha vuelto ya en nosotros un habito muy poderoso. Así, el viaje hacia afuera que es la vida se torna también viaja hacia adentro.

Lo importante no es lo que la experiencia hace con nosotros, sino lo que nosotros seamos capaces de hacer con la experiencia. Lo que a unos embota, a otros esclarece. Depende de la actitud y la percepción. En lugar de estar en las memorias negativas o en las expectativas fantasiosas (que enturbian el entendimiento) se está en lo que va siendo a cada momento y se celebra con una mente despierta y vital.

En un brevísimo discurso, Buda dijo a sus discípulos: “Venid y mirad” Eso es lo que dijo. Si la mente esta atiborrada de conceptos, saturada de cachivaches psicológicos, obsesionada por lo que pueda ocurrir y no pendiente de lo que es, abocada a toda suerte de expectativas, entonces no está capacitada para el aprendizaje, porque no está abierta. El refugio no está fuera de nosotros, sino dentro. Nadie nos puede completar si no es nosotros mismos a nosotros mismos. El ego es un hábil ilusionista y nos engaña con sus artimañas, haciéndonos creer que lo de afuera puede satisfacernos plenamente y completarnos. No es posible. Además la visión del ego es muy parcial y lo que nos ayuda a crecer es una visión de la totalidad.

En la vida cotidiana se activan los mecanismos de aferramiento y rechazo. Es la gran oportunidad para examinarlos e irlos superando. El aferramiento solo conduce a más aferramiento, el rechazo, a más rechazo, la acumulación de éxitos mundanales no tiene fin, siempre querremos cubrir más objetivos, más metas… pero en lo profundo, en nuestro interior, sigue la insatisfacción, la neurosis. El deseo aferrante crea tensión, desasosiego, inquietud enfermiza.

La acción no es libre, pura, creativa. Uno puede llegar a perder de vista su naturaleza esencial, el significado más profundo de la vida. Las apariencias son apariencias y pueden ser divertidas, pero siguen siendo apariencias. Es la búsqueda de reflejos y no de lo que hace posible los reflejos. Como dice el adagio “el dedo que apunta a la luna no es la luna”. La vida es una oportunidad para el cambio interior, para ser más libres, plenos, amorosos y cooperantes. Pero ¿queremos modificarnos y mejorar? ¿Queremos madurar y abandonar la jaula de la neurosis? Tal vez somos como el loro de la siguiente historia:

Vivía enjaulado desde hacía años y su propietario era un anciano. Pero un día llego un amigo del anciano a pasar la tarde con él. Durante la velada, el loro no hizo otra cosa que gritar:

¡Libertad, libertad, libertad!
No cesaba de reclamar libertad. El visitante estaba muy apenado. Pasados unos días, no podía dejar de pensar en el animalillo. Así que decidió ponerlo en libertad. Para ello aprovecho una mañana en la que el anciano había ido al mercado. Furtivamente entro en la casa y corrió hacia la jaula del loro. El animal ya había comenzado a gritar incesantemente “¡Libertad, libertad, libertad! “Al hombre se le partía el corazón. ¿Cómo no sentir piedad del loro? Presto, se acercó a la jaula y abrió la puertecilla de la misma. Entonces el loro, aterrado, se lanzó al fondo de la jaula, se aferró con el pico y las garras a las barras de su cárcel y negándose a ser liberado, siguió gritando:
¡Libertad, libertad, libertad!


Fuente: Texto Terapia espiritual- Ramiro Calle

lunes, 22 de agosto de 2011

Modificando Sinapsis a través de la Oración

Dios está en la sinapsis(Deepak Chopra)

Sinapsis : Región de contacto en la cual una neurona transfiere información a otra neurona o a un efector. Según el tipo de transmisión utilizada se clasifican en químicas o eléctricas. Sinapsis eléctrica: en la que las corrientes eléctricas pasan de una neurona a otra debido a que sus membranas presentan canales iónicos que se encuentran muy próximos. Sinapsis química: en la que la neurona presináptica libera una sustancia química al espacio o hendidura sináptica, que actúa sobre los receptores de la neurona postsináptica.(Fundamentos Biológicos de la Conducta UNED).


Como aprende nuestro cerebro en base a la repetición





A través de la Oración constante, repito palabras afirmativas, positivas, llenas de bondad, amor, compasión y de esta manera estoy consiguiendo cambiar mi actitud, percepción, y  mi interior por lo que mi entorno cambia(Ma.Helena Bonilla).

"Antes de cada acción hay un pensamiento", por lo que es fácil deducir si nuestras acciones son positivas es porque nuestros pensamientos previamente lo fueron ( Dra.Elsa Punset)

Desde hace un poco más de 11 años tengo en mi poder un libro pequeño de San Juan Bosco, lo compré en mi país Ecuador un mes antes de viajar para España, menciono esto porque como todo en la vida, hay que estar pendiente de los detalles, o coincidencias, al llegar a casa ese día y leerlo me di cuenta que Juan Bosco había nacido un 16 de agosto y coincidía que era el mismo día en el que yo había comprado este pequeño libro.

Este libro para mi, simboliza algo especial aparte de mi admiración por este Santo, y voy a transcribir debajo de este párrafo, la oración que rezo con fe, constancia cada día desde hace 6 meses, además si se fijan en donde dice “ concédenos las gracias que te pedimos en esta novena.(cada uno pida los favores que desea conseguir)” me sorprendió grandemente cuando hace 6 meses empecé a rezar esta oración, que a través de esta(oración) practicaría lo que recomiendan los psicoterapeutas, psicólogos, neurocientificos, que nos tenemos que repetir palabras afirmativas, positivas con constancia y que así conseguiremos cambiar nuestra percepción de las cosas,  para crear nuevas neuronas nuestro cerebro necesita 21 días, es decir que en 21 días podemos crear hábitos, procuremos que estos sean encaminados a nuestro bienestar y al de los demás seres (Ma.Helena Bonilla).

"Las palabras repetidas con constancia hacen que en nuestro cerebro se modifique la sinapsis de la transferencia de información entre neuronas, por lo que se convertirán en experiencias, en realidades"(Redes Divulgador científico Eduard Punset).


Oración:
Señor Dios Padre Celestial: Tu que has suscitado en San Juan Bosco un Educador admirable para la juventud, un benefactor eficaz para los pobres y angustiados y un generoso bienhechor para los que necesitan salud, empleo, facilidades de estudio, tranquilidad espiritual, conversión u otra gracia especial y que con el Auxilio de la Virgen María le has permitido hacer tantos y tan admirables prodigos en favor de los devotos que la rezan con fe- Concédenos imitarlo en su gran interés por salvar almas y por obtener el mayor bien espiritual y corporal para el prójimo. Que recordemos siempre que el bien que hacemos a los demás, lo recibe tu hijo Jesús como hecho a El mismo y que debemos hacer a los otros todo el bien que deseamos que los demás nos hagan a nosotros.

Por la intercesión de tan amable Protector concédenos las gracias que te pedimos en esta novena. (Cada uno pida los favores que desea conseguir). Desde ahora aceptamos que se cumpla siempre y en todo tu Santísima Voluntad pero te suplicamos humildemente que tengas misericordia de nosotros, remedies nuestros males, soluciones nuestras situaciones difíciles y nos concedas aquello que más necesitamos para nuestra vida espiritual y material. Todo esto te lo suplicamos en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo tu Hijo, quien contigo y el Espíritu Santo, vive y reina y es Dios, por los siglos de los siglos. Amen.


La oración no es el ocioso pasatiempo de una mujer anciana. Adecuadamente entendida y aplicada, es el instrumento más potente para la acción.(Mahatma Gandhi).



Quiero saber lo que piensa Dios, lo demás son detalles ( Albert Einstein).







Fuentes:
Fundamentos Biológicos de la Conducta UNED
Libro Cristiano Biografia San Juan Bosco
Videos Youtube
http://actualidad.noticiascristianas.me/los-efectos-de-la-oracion-en-el-cerebro

jueves, 18 de agosto de 2011

Aqui y Ahora (10 ideas)



‎1.-Recrearse: Elija una actividad que de forma realista, pueda llevar a cabo todos los dias, pero de una forma más lenta a lo habitual(desayunar, ducharse, caminar, sacar a su perro, tomarse una cerveza) Propóngase disfrutar de ella centrándose en sus sentidos e ignorando el resto de los estimulos implique plenamente su cuerpo y mente a esa rutina cotidiana.

‎2.-Pautarse. Escoja una estructura vital para este verano: verá como la costumbre se le hace agradable. Realice la mayoría de actividades que se repiten todos los dias(levantarse, desayunar, comer, cenar, acostarse) en un horario que usted haya escogido previamente. Sea realista y no se ponga objetivos demasiado ambiciosos

‎3. Centrarse en el presente.Haga parada de pensamiento(pellizquese, diga "stop")cada vez que su mente anticipe acontecimientos negativos futuros.Identifique qué situaciones le producen tensión.No es lo mismo decir " no soy capaz de hablar con mi jefe sin enfadarme" que "cuando viene de una reunión de la junta directiva es mejor que no trate con el asuntos espinosos", lo segundo es mucho más asumible

‎4.Comprender.Fomente su empatía con los demás, con el objetivo final de tratar de entender el punto de vista ajeno.Intente hacerlo, especialmente, con las opiniones que más le irritan y que, en principio, menos comprende.Recuerde que se trata de aceptarlas entendiendo los argumentos a favor que puede tener esa persona, pero tenga en cuenta también que el objetivo de este esfuerzo no es compartirlas

‎5.Ser realista Busque sentir el mundo tal y como sucede, sin buscar controlarlo. Cuando conseguimos centrarnos en lo que es y olvidamos de lo que debería ser, vivimos las experiencias de un modo completo y las aceptamos. Evite, también, la horribilización, es decir, la tendencia a pensar irracionalmente que es catastrófico que las cosas no salgan bien.

‎6.Dejar Pasar Acepte que ciertos conflictos no se resuelven, sino que se disuelven con el tiempo. Trate de aprender a aceptar las vivencias desagradables e intente no rechazarlas. No huya de emociones como la ira, la frutración o el desamor y procure, en cambio, entender este tipo de sensaciones como una parte más de la experiencia humana

‎7.Fluir con los demás Ahorre conflictos innecesarios que sólo se producen por problemas de comunicación. Céntrese en decir "gracias","por favor" y "lo siento" cuando la ocasión lo requiera. No evite los conflictos pero afróntelos con serenidad. Trate de ver los contratiempos en la comunicación como desafios que le permitirán crecer y no como situaciones amenazadoras.

8.Aceptar los elogios Cuando reciba una buena valoración por parte de los demás, no se esfuerce por minimizarla(bueno, la verdad es que ha sido muy fácil porque..) ni por negarla(¿que hoy estoy guapa? Pero si en realidad) porque le cause incomodidad. Simplemente, de las gracias y haga el esfuerzo de interiorizar el elogio que ha recibido aunque no sea proclive a ello y en ocasiones pueda incluso resultarle embarazoso.

9.Exploración activa abrase a la experimentación perceptiva intencional, es decir, que esté focalizada en aquello que nosotros queremos atender. Busque una actividad ( ya sean viajes, deportes, o paseos por la naturaleza) que le entretenga y le evada. Si, pese a todo ello, se distrae volviendo alos problemas mientras la está realizando, haga un esfuerzo para regresar a su objeto inicial de atención.

10.Focalizarse Propóngase tareas en verano en que pueda centrar sus esfuerzos en objetivos a corto y medio plazo. Divida en partes lo que hace y evite disgregar. Jerarquice tareas: decida qué es importante y qué secundario. Use el tiempo muerto: cuando una tarea no avance, realice otra o haga una pausa. Si es posible, salga del lugar donde se encontraba.

Fuente : Lluis Muiño- Psicoterapeuta - Estilo de Vida, 30 Julio 2011

lunes, 15 de agosto de 2011

No hay padres perfectos




La excelencia es una quimera educativa. Por eso, debemos perdonar las limitaciones de nuestros padres y dotar a nuestros hijos de alas para que tengan su propia visión del mundo.

“Los padres son los huesos con los que los hijos afilan los dientes” Vicente Aleixandre.

En una de las anécdotas sobre la vida de Sigmund Freud, se comenta que un día recibió la visita de una madre preocupada que le hizo la pregunta “¿Cómo debo educar a mi hijo? El creador del psicoanálisis le contesto: “Como le dé la gana.

De todos modos estará mal. Un par de décadas antes, el polémico Oscar Wilde ya decía que los niños empiezan amando a sus padres y cuando han crecido los juzgan: sólo a veces llegan a perdonarlos.
Presionados por las carencias de su propia educación, muchos padres intentan dar a sus hijos todo aquello que no tuvieron y más. Se esmeran tanto en sus atenciones que generan toda clase de dudas e inseguridades en los pequeños.

Sienten la necesidad de gustar a los hijos, lo cual no significa dar una buena educación. A menudo el resultado acaba siendo justamente lo contrario.

PADRES, NO AMIGOS
El pediatra Aldo Naouri, especialista en relaciones intrafamiliares, desaconseja totalmente este enfoque educativo. Asegura que la expresión “somos amigos” entre padres e hijos es el peor maltrato que se le puede infringir a un niño, porque todo hijo está condenado a amar y odiar a la vez a sus padres para, después, seguir su propio camino.

En palabras de este influyente experto en el mundo educativo francés, no solo no existen los padres perfectos, sino que “la relación entre padres e hijos no puede ni debe ser horizontal. En un vuelo, al p piloto del avión no se le ocurriría, en aras de la democracia, invitar a un pasajero a que pilote. Del mismo modo, es irresponsable ceder el timón de la educación a los propios niños. Incluso es desaconsejable que, cuando les pedimos algo, acabemos cada frase con un “por favor”. Los padres odiamos tanto las dictaduras que hemos olvidado que la autoridad es necesaria.

La consecuencia de una educación demasiado laxa, en la que los caprichos del niño siempre son satisfechos, es la baja tolerancia a la frustración. Si los hijos se acostumbran a obtener todo lo que desean a través de los padres, cuando se hagan adultos no sabrán asimilar las negativas y fracasos.

Un curso suspendido en la universidad, un desengaño amoroso, un despido laboral… Los que han crecido entre algodones no conocen la frustración y, por lo tanto, no reaccionan de forma constructiva ante estos reveses habituales en la vida. En lugar de aprender del golpe, adoptan el papel de víctimas y buscan culpables, dañando a otros o a sí mismos a causa del fracaso.

En casos extremos, estos niños pueden desarrollar en la adolescencia el denominado “síndrome del emperador” que caracteriza a los hijos que maltratan a sus padres y que se comportan como verdaderos déspotas con ellos.


FABRICAR UN PEQUEÑO TIRANO
La pedagoga Elena Roger asegura que para FABRICAR un niño de este perfil basta con consentirle todo y no decirle nunca “no” a ninguna de sus demandas, cediendo a cualquiera de sus caprichos. Según esta especialista, la familia del pequeño tirano suele presentar estas características: padres sobreprotectores que impiden que sus hijos aprendan de los fracasos y maduren por sí mismos.

Desde los primeros años, los progenitores continuamente ante sus peticiones. Como son incapaces de ver al niño SUFRIR, acceden a todos sus caprichos. Para que el niño no tenga la ansiedad, ante la primera señal de malestar le apartan de la situación que la ha provocado.

A menudo los progenitores tienen diferencias importantes en el estilo educativo, cosa que el niño aprovecha acudiendo a uno u otro en busca de ventajas.

En el caso de padres separados, es habitual que uno de los progenitores se alíe con el hijo tirano en contra del otro. Hay una manifiesta ausencia de límites, así como de figuras que ejerzan una mínima autoridad. Muchas veces la educación recae en los abuelos o en otras personas, como una canguro, que siempre será más suave a la hora de imponer disciplina. Y es habitual pensar en esos casos que el niño es especial, por tratarse de un hijo muy deseado, por las dificultades para tenerlo o porque es hijo único…
Para prevenir que nuestros hijos se conviertan en seres iracundos, a remolque siempre del último capricho, es esencial que se acostumbren a la frustración desde pequeños. Deben tomar conciencia de que no se puede tener todo en la vida y que, por lo tanto, también hay que saber perder.
Si cedemos a los deseos de los hijos solo para ganar una PAZ BARATA, lo que conseguiremos con ello es que el problema se vaya agrandando hasta que sea demasiado tarde. En cambio, si les enseñamos a afrontar las dificultades de la vida, activaremos en ellos la resilencia y el espíritu de superación.

En opinión de la psicopedagoga María Laura Esteban, “no existen padres buenos o malos, ni culpables, sino padres responsables que se equivocan y se cuestionan a sí mismos. Ser padre no es una profesión. No basta con formarse o informarse para adquirir competencias como progenitor (…) Hagan lo que hagan los padres, su educación siempre será mala a ojos de los hijos. Solo nos debemos preocupar en el supuesto de que el niño nos encuentre perfectos.

Esta sumisión seria señal de que no le hemos permitido desarrollar el espíritu critico que resulta imprescindible para conquistar la autonomía.

COMPLEJO DE CULPABILIDAD
Detrás del peligroso deseo de ser perfectos está el complejo de culpabilidad de muchos padres por el poco tiempo que dedican a sus hijos. Quieren compensar la carencia colmando sus deseos y dándoles la razón incluso cuando no la tienen.

El profesorado de las escuelas e institutos se ha acostumbrado tristemente a las presiones de los padres, que salen en defensa del niño y le disculpan cualquier barrabasada, con lo cual roban toda autoridad al personal docente.

La Psicóloga clínica Isabelle Filliozat advierte en su libro “Los padres perfectos no existen” que el miedo a hacerlo mal lleva a muchos progenitores a sacrificios que solo sirven para engendrar rencor en la cabeza de los hijos: “Un padre que aspira a la perfección a menudo se exaspera al no conseguirlo. Olvidamos demasiado a menudo que los hijos dan lo mejor de sí mismos. Si no consiguen satisfacer nuestras expectativas es porque lo que les pedimos no está a su alcance o bien se contradice con nuestras expectativas inconscientes. Nuestro hijo nos intimida menos que nuestra pareja a nuestra suegra. Y la tentación de que cargue con las culpas de los demás es muy fuerte. Los sentimientos de cólera que mantenemos reprimidos tienden a revertir en nuestros hijos simplemente porque pertenecen a un estatus inferior y dependen de nosotros.

Esta corriente de negatividad subterránea brota normalmente de los conflictos no resueltos de los propios padres. La tentación de ofrecer una educación contraria a la recibida es, en sí, un factor de alto riesgo, ya que se pueden desembocar en las siguientes situaciones: una formación excesivamente permisiva por parte de un padre que ha sido criado en la rigidez y en los castigos severos. O, en el otro extremo, una sobredosis de disciplina por parte de los progenitores que han crecido sin que nadie les imponga limites, lo que les ha acarreado problemas posteriormente.

Volviendo a la cuestión que encabeza este artículo, sin duda no existen los padres perfectos, pero hallar un punto medio entre la disciplina y la libertad, entre la rigidez y la laxitud, es un buen criterio educativo.
Para alcanzar este equilibrio a través de estímulos positivos, la psicóloga y escritora Montserrat Domenech aporta su propia receta: “Mi filosofía pedagógica es incidir en lo que nuestros hijos hacen bien en lugar de castigarles por lo que hacen mal. La experiencia me ha demostrado que cuando regañamos a un niño, este se pone a la defensiva y se enroca aún más en los malos hábitos. En cambio, cuando ponemos énfasis en lo que ha hecho bien, hacemos que se sienta orgulloso y que quiera repetir el buen hábito para obtener nuevamente la gratificación emocional. Esto no significa que no debemos poner límites. Al contrario es misión de los padres establecer las fronteras en las que los niños, en cada edad, pueden moverse. Una educación que no incluya este ingrediente dará como resultado desorientación, inseguridad e inmadurez. Sin embargo, los límites deben complementarse con el refuerzo positivo. Cada vez que felicitamos a un niño por un avance en su comportamiento, estamos poniendo un ladrillo en la construcción de su autoestima y de su identidad.

LA REBELDIA POSITIVA
Indudablemente, los límites son necesarios para que los niños se sientan seguros, ya que sin ellos se enfrentan a un espacio de libertad demasiado grande para sus fuerzas. Por otra parte, una educación demasiado pautada tampoco es buena para su desarrollo como seres humanos libres y creativos.
El psicoanalista Adrián Liberman ve incluso saludable cierto grado de rebeldía de los chicos hacia los padres: “Que los hijos tengan objeciones es necesario para su desarrollo psíquico. Parte de la evolución de cada persona consiste en moverse desde un estado de indefensión inicial hasta la plena autonomía. Si los padres se presentan como seres omnipotentes, si todo lo prevén y todo lo saben, resulta difícil adquirir la noción de identidad y de autonomía. Si se ubican en el otro extremo, si no consiguen conectarse con las necesidades de los niños, se revelan como ineptos, y esto se traduce en un desamparo que puede ser devastador. Poner fuera de peligro a los hijos de conflictos y dilemas que son parte esencial de la humanización es tarea imposible.

Ser unos buenos padres es reconocer a los hijos como seres habitados por deseos y alentarlos a desarrollar una visión propia del mundo, incluyendo la posibilidad de disensiones y diferencias.

En esencia, educar es enseñarles a ser libres para que asuman sus responsabilidades y cometan sus propios errores. Es un camino que nadie puede recorrer por ellos y los padres solo deben intervenir en el caso de que haya un peligro manifiesto, como los ambientes cercanos a las drogas o las salidas que pueden implicar accidentes de tráfico. Fuera de eso, debemos darles un espacio en el que poder rebelarse y poner a prueba la realidad. Louis Pasteur decía que la misión de los padres no es proteger a los hijos de las dificultades de la vida, sino enseñarles a superarlas.
Si estamos demasiado encima de ellos, es una alerta permanente, percibirán el mundo como un lugar peligroso y crecerán como seres miedosos, inseguros y dependientes. En cambio, si además de unos límites claros les transmitimos confianza, evolucionarán con autoestima y no se arrugarán ante las adversidades.

Más que buscar la educación perfecta, los progenitores deberían mirarse al espejo y ver qué valores transmiten con su ejemplo. Los niños aprenden mucho más observando cómo se comportan sus padres que de los sermones educativos que puedan recibir de ellos.

Puesto que no existe nada enteramente perfecto, también la educación es un procesos orgánico en el que hijos y padres aprenden sobre la marcha. No hay otra escuela en la que graduarse que la vida misma. Tal como observaba el empresario norteamericano Michael Levine: “Tener hijos no nos convierte automáticamente en padres, del mismo modo que tener un piano no nos vuelve pianistas”.

Fuente: Frances Miralles (Sabiduría Personal)

domingo, 14 de agosto de 2011

Un Manual de Vida




Los acontecimientos no nos hacen daño, pero nuestra visión de los mismos nos lo puede hacer.

Las cosas, por si mismas, no nos hacen daño ni nos ponen trabas. Tampoco las demás personas. La forma en que veamos las cosas es otro asunto. Son nuestras actitudes y reacciones las que nos causan problemas.

Por consiguiente, ni siquiera la muerte tiene gran importancia por si misma. Es nuestro concepto de la muerte, nuestra idea, lo que es terrible, lo que nos aterroriza. Hay formas muy distintas de pensar sobre la muerte. Examina a fondo tus conceptos sobre la muerte y sobre todo lo demás. ¿Son realmente ciertos? ¿Te hace algún bien? No temas a la muerte y al dolor, teme al temor a la muerte y al dolor.

No podemos elegir nuestras circunstancias externas, pero siempre podemos elegir la forma de reaccionar ante ellas.


Ni verguenza ni culpa

Si lo que sentimos acerca de las cosas es lo que nos atormenta, más que las cosas en si mismas, resulta absurdo culpar a los demás. Por consiguiente, cuando sufrimos un revés, una molestia o una aflicción, no les echemos la culpa a los demás, sino a nuestra propia actitud. La gente mezquina suele reprochar a los demás su propio infortunio. La mayoría de la gente se lo reprocha a si misma. Quienes se consagran a una vida de sabiduría comprenden que el impulso de culpar a algo o a alguien es una necedad, que nada se gana con culpar, ya sea a los demás o a uno mismo.

Uno de los signos que anuncian el aborear del progreso moral es la gradual extinción de la culpa. Vemos la futilidad de la acusación. Cuanto más examinamos nuestras actitudes y trabajamos sobre nosotros mismos, menos susceptibles somos de ser barridos por reaciones emocionales tormentosas en las que buscamos explicaciones fáciles a sucesos espontáneos.

Las cosas son sencillamente lo que son. Los demás que piensen lo que quieran, no es asunto nuestro. Ni vuerguenza ni culpa.

Crea tu propio mérito
No dependas nunca de la admiración de los demás.
No tiene ningún valor. El mérito personal no puede proceder de una fuente externa. No lo encontrarás en las relaciones personales, ni en la estima de los demás. Es cosa probada que las personas, incluso quienes te quieren, no estarán necesariamente de acuerdo con tus ideas, no te comprenderán ni compartirán tu entusiasmo. ¿Madura! ¡A quién le importa lo que los demás piensen de ti!
Crea tu propio mérito
El mérito personal no puede alcanzarse mediante la relación con personas de gran excelencia. Te ha sido encomendada una labor que debes llevar a cabo. Ponte manos a la obra, hazlo lo mejor que puedas y prescinde de quien pueda estar vigilándote.

Lleva a cabo un trabajo útil manteniéndote indiferente al honor y a la admiración que tus esfuerzos puedan suscitar en los demás. El mérito ajeno no existe.

Los triunfos y excelencias de los otros sólo a ellos pertenecen. Asimismo, tus posesiones pueden ser excelentes, pero tu persona no adquirirá excelencia a través de ellas.

Piénsalo:¿ qué es realmente tuyo? El uso que haces de las ideas, recursos y oportunidades que se te presentan. ¿Tienes libros? Leélos. Aprende de ellos. Aplica su sabiduría. ¿Tienes conocimientos especializados? Empléalos a fondo y a buen fin. ¿Tienes herramientas? Sácalas de la caja y construye o repara cosas. ¿Tienes una buena idea? Profundiza en ella y llevala a cabo. Saca mayor provecho de lo que tienes, de lo que es realmente tuyo.

Puedes estar razonablemente a gusto y contento contigo mismo si armonizas tus actos con la naturaleza mediante el reconocimiento de lo que es en verdad tuyo.


Céntrate en tu deber principal
Hay un momento y un lugar para la diversión y el entretenimiento, pero no deberías permitir nunca que estos pasaran por encima de tus auténticos propósitos. Si vas de viaje y el barco echa el ancla en un puerto, puedes bajar a tierra en busca de conchas o plantas. Pero ten cuidado, estate atento a la llamada del capitán. Presta atención al barco. Distraerse con fruslerías es la cosa más fácil del mundo. En cuanto el capitán llame a bordo, debes estar listo para abandonar dichas distracciones y acudir prontamente, sin siquiera volver la vista atrás.

Si eres anciano, no te alejes demasiado del barco o tal vez no consigas presentarte a tiempo cuando te llamen.

Acepta con calma los acontecimientos tal como ocurren
No exijas que los acontencimientos sucedan como deseas. Acéptalos tal como son realmente. Asi te será posible la paz.

Tu voluntad está siempre bajo tu poder
En verdad nada te detiene. Nada te retiene realmente, puesto que tu voluntad está siempre bajo tu control. La enfermedad puede desafiar a tu cuerpo.

¿Pero acaso eres solo cuerpo?
La cojera puede afectarte las piernas. Pero no eres solo piernas. Tu voluntad es mayor que tus piernas. Tu voluntad no tiene por que verse afectada por ningún incidente, a no ser que tu lo permitas. Recuérdalo cada vez que te ocurra algo.


Utiliza plenamente lo que te sucede
Cada dificultad con la que tropezamos en la vida nos ofrece la oportunidad de volvernos hacia dentro e invocar a nuestros recursos intimos. Las pruebas que soportamos pueden y deben darnos a conocer nuestra fuerza.
La gente prudente mira más alla del incidente e intenta crearse el hábito de sacarle provecho.

Con ocasión de un suceso accidental, no debes limitarte a reaccionar a la buena de Dios: recuerda que debes volverte hacia dentro y preguntarte con qué recursos cuentas para hacerle frente. Profundiza. Posees fuerzas que a lo mejor aún no conoces. Encuentra la más apropiada. Utilizala.
Si tropiezas con una persona atractiva, el dominio de ti mismo será el recurso necesario, ante el dolor o la debilidad, el aguante, ante los insultos, la paciencia.

A medida que pase el tiempo y vayas consolidando el hábito de emparejar el recurso íntimo más apropiado a cada incidente, dejarás de tender a dejarte llevar por las apariencias de la vida. Dejarás de sentirte abrumado con tanta frecuencia.

Ocúpate de lo que tienes, no hay nada que perder
En verdad nada nos puede ser arrebatado. No hay nada que perder. La paz interior comienza cuando dejamos de decir, a propósito de las cosas, "lo he perdido", y en su lugar decimos "ha regresado al lugar de donde vino". ¿Ha muerto tu hijo? El o ella ha regresado al lugar de donde vino. ¿Tú marido o tu esposa han muerto? El o ella ha regresado al lugar de donde vino. ¿Te han arrebatado posesiones y propiedades? Estas también han regresado al lugar del que vinieron.

Tal vez estás enfadado porque una mala persona ha robado tus pertenencias. ¿pero por qué debería preocuparte quien devuelve tus cosas al mundo que te las dió?
Lo importante es ser muy cuidadoso con las cosas que tienes mientras el mundo te permite tenerlas, tal como un viajero cuida de su habitación en una posada.

La buena vida es la vida de la serenidad interior
El signo más claro de una vida superior es la serenidad. El progreso moral tiene como resultado liberarse de la confusión interior. Puedes dejar de preocuparte por esto y aquello.

Si buscas una vida superior, abstente de emplear pautas de pensamiento habituales como estas: "Si no trabajo más duramente, nunca me ganaré bien la vida, nadie me tomará en consideración, seré un don nadie" o "si no critico a mi jefe, se aprovechará de mi buena voluntad".
Es mucho mejor morir de hambre libre de pesares y temores que vivir en la abundancia acosado por la preocupación, el pavor, el recelo y el deseo desenfrenado.

Emprende en seguida un programa de autodominio. Pero empieza con modestia, por esas pequeñas cosas que te molestan. ¿Tu hijo ha derramado algo? ¿No encuentras la cartera? Debes decirte a ti mismo: "Hacer frente con calma a este inconveniente es el precio que pago por mi serenidad interior, por verme libre de toda perturbación, nadie consigue algo a cambio de nada"
Cuando llamas a tu hijo, debes estar preparado para que no te responda, y si lo hace, tal vez no haga lo que le pides. En tal caso, tu inquietud en nada le ayuda. Tu hijo no debería tener la facultad de causarte ningún trastorno.

Tómate la vida como si de un banquete se tratara
Piensa en la vida como si se tratara de un banquete en el que te comportases con cortesía. Cuando te pasen las bandejas, extiene la mano y sírvete una porción moderada. Si una fuente te pasa de largo, disfruta de lo que tienes en el plato. Y si un manjar aún no te ha sido ofrecido, espera pacientemente a que te llegue el turno.

Mantén esta misma actitud de educada moderación y gratitud con los hijos, la esposa, la profesión y las finanzas. No hay ninguna necesidad de ansiar, envidiar o apropiarse de nada. Obtendrás la porción justa cuando llegue el momento.

Las vidas de Diógenes y Heráclito fueron modelos impecables del seguimiento de estos principios. Proponte seguir su valioso ejemplo .



fuente: Texto Un manual de vida, Epicteto

lunes, 8 de agosto de 2011

La Ira (segunda parte)





Tienes mal genio? Tal vez aceptes la ira como parte integrante de tu vida, pero ¿reconoces que de hecho no sirve a ningún fin útil? Quizá justificas tu mal humor diciendo cosas como “Es muy humano” o “Si no me desahogo expresándolo me lo guardare dentro de mí y se me convertirá en una ulcera”. Pero la ira, el malhumor, es una parte de ti mismo que no te gusta y, casi está de más decirlo, que tampoco le gusta a la demás gente.
La ira no es algo “muy humano”. No tienes por qué sentirla y no sirve a ninguno de los propósitos relacionados con el que tú seas una persona feliz y realizada. Es una zona errónea, una especie de gripe psicológica que te incapacita igual que puede hacerlo una enfermedad.

Definamos el término IRA, se refiere a una reacción inmovilizante, una reacción que se experimenta cuando nos falla algo que esperábamos, algo con que contábamos. Toma la forma de rabia, hostilidad, de agresión contra alguien o incluso de silencio amenazante. No se trata simplemente de l un enfado o irritación. Una vez más la palabra clave es inmovilidad. La ira es inmovilizante y por lo general proviene del deseo de que el mundo y la gente sean diferentes a lo que realmente son.

La ira es una elección y un hábito. Es una reacción aprendida ante la frustración y a resultas de la cual te comportas como preferías no hacerlo. De hecho, la ira profunda es una forma de locura. Se es loco cuando no se puede controlar el propio comportamiento, así pues, cuando estás enfadado y pierdes el control, sufres una locura temporal.

La ira no tiene retribuciones ni compensaciones psicológicas. Tal como la definimos aquí, la ira es debilitante. Físicamente puede producir hipertensión, ulceras, urticaria, palpitaciones cardiacas, insomnio, cansancio e incluso enfermedades cardiacas. Psicológicamente, la ira acaba con las relaciones afectivas, interfiere con la comunicación, conduce a la culpabilidad y la depresión, y en general interfiere con tu vida. Quizá te sientas escéptico ante esto, puesto que siempre has oído decir que es más sano expresar la ira que guardarla embotellada dentro di ti. Si, realmente la expresión de tu ira es más saludable que su represión. Pero existe una postura aún más sana: no sentir esa ira en absoluto. En este caso, no tendrás que enfrentarte con el dilema de si será mejor echarla fuera o guardarla adentro.

Como todas las emociones, la ira es un resultante del pensamiento. No es algo que simplemente te sucede. Cuando te enfrentas con circunstancias que no van por donde tu quisieras que vayan, te dices a ti mismo que las cosas no deberían ser así (frustración) y entonces eliges la acostumbrada reacción de enfado que sirve a un propósito. Y mientras aceptes la ira como parte de lo que significa ser un ser humano, tendrás razón en aceptarla y en evitar ocuparte de su eliminación.

Sin la menor duda, desfoga tu ira, desahógate, déjala salir en formas que no sean destructivas (si sigues decidido a conservarla). Pero empieza a pensar en ti mismo como en alguien que puede aprender a pensar de manera diferente cuando se siente frustrado, de modo que la ira inmovilizante pueda ser reemplazada por emociones más gratificantes y positivas. Lo más posible es que sigas sintiendo rabia, irritación y desilusión, ya que el mundo no será nunca como tú quieres que sea. Pero la ira, esa respuesta emocional tan perjudicial, puede ser eliminada.

Es posible que defiendas el caso de la ira porque te sirve para conseguir lo que quieres. Bueno, observa la cosa con un poco más de atención. Si lo que quieres decir es que si levantas la voz o pones cara de furia te ayudara a evitar que tu hija de dos años juegue en la calle donde puede hacer daño, entonces levantar la voz es una estrategia excelente. Solo se convierte en ira cuanto te sientes realmente perturbado, cuando te acaloras y aumentan las pulsaciones de tu corazón, cuando arrojas objetos y quedas inmovilizado en general por un tiempo, cualquiera que sea. No dejes de selección estrategias personales que refuercen el comportamiento apropiado, pero no aceptes todo el dolor interno que esto puede significar. Puedes aprender a pensar de esta manera. El comportamiento de la niña es peligroso para ella. Quiero hacerle ver que no se tolerara que juegue en la calle. Levantaré la voz para demostrarle la fuerza de mis sentimientos al respecto. Pero no me enfadare.

Considera a una madre típica que no puede realizar este despliegue controlado de enfado. Se siente constantemente molesta por el reiterado mal comportamiento de sus hijos. Pareciera como que mientras más se molesta ella, peor se portan ellos. Los castiga, los manda a su habitación, grita constantemente y está casi siempre en estado de irritación como en pie de guerra, cuando trata con sus hijos. Su vida como madres es una batalla. Lo único que sabe es gritar y por las noches se siente destrozada emocionalmente, agotada al cabo de un día en el campo de batalla.

Entonces ¿Por qué se portan así los niños cuando saben cómo va a reaccionar mama? Porque la ironía de la ira es que nunca logra cambiar a los demás: solo consigue intensificar el deseo de la otra persona de controlar a la persona enfadada. Escucha lo que dirían los niños de quienes ahora hablamos si pudieran formular sus motivos para portarse mal.
¿Ves lo que hace enfurecer a mama? No tienes más que decir esto, o hacer esto otro y podrás controlarla haciendo que le de uno de sus ataques. Puede que te tengas que quedar encerrado en tu habitación unas horas o unos momentos, pero mira lo que consigues! El total dominio emocional de su persona y a precio tan bajo! Ya que tenemos tan poco poder sobre ella, hagamos esto más a menudo y veremos cómo se enloquece con nuestro comportamiento.

La ira, cuando se usa en cualquier tipo de relación, impulsa a la otra persona a que siga actuando como lo ha hecho hasta ahora.
Si bien el provocador aparenta estar asustado, por otro lado sabe muy bien que puede enfadar a l otra persona cuando quiera, y de esa manera ejercer sobre ella el mismo tipo de autoridad vengativa que cree tener el iracundo.
Cada vez que eliges enfadarte debido al comportamiento de otra persona, la estas privando de su derecho de ser lo que ella escoja. Dentro de tu cabeza esta la frase neurótica: ¿Por qué no eres más parecido a mí? Entonces te querría y me gustarías en vez de enfadarme”. Pero los demás no serán nunca como tú quieres que sean, todo el tiempo por lo menos. Gran parte del tiempo las cosas y la gente serán distintas a lo que tu quisieras que fueran, Así es el mundo. Y la posibilidad de cambiarlo es nula. De modo que cada vez que optas por la rabia cuando te enfrentas con alguien o con algo que no te gusta, optas a la vez por dejarte herir o inmovilizarte de alguna manera por culpa de la realidad. Ahora bien, eso es una tontería. Molestarte por cosas que no van a cambiar nunca. En vez de escoger la ira, puedes empezar a pensar en los demás como en seres que tienen derecho a ser diferentes a lo que tú quisieras que fueran. Puede que no te guste que así se, pero tienes porque enfadarte por ello. La ira solo los alentara a seguir siendo como son y te provocara todas las tensiones físicas y las torturas mentales que describimos antes. La elección está en tus manos realmente. La ira o un nuevo enfoque que te ayude a eliminar la necesidad de la ira.

Quizá te ves a ti mismo en campo contrario esto es, alguien que sienta mucha rabia, pero que nunca ha tenido el valor de expresarla. Te la guardas y nunca dices nada, trabajándote esas dolorosas ulceras y viviendo tus momentos presentes con gran cantidad de ansiedad. En realidad no eres la otra cara de la persona que chilla y despotrica. Tienes las mismas frases en tu cabeza respecto a la gente y las cosas, que deberían ser como tú quieres. Si lo fueran, ese es tu razonamiento, no sentirías rabia, no te enfadarías. Esta es una lógica equivocada y el secreto para deshacerte de tus tensiones radica en destruirla. Aunque quieras aprender a expresar tu furia contenida en vez de guardártela, la meta final debe ser aprender a pensar en forma diferente para no crear esa furia. Si él quiere hacer el tonto, yo no voy a elegir molestarme por ello. Es el, no yo, el que se comporta de esa manera estúpida. O Las cosas no funcionan como yo creo que deberían hacerlo. Y aunque no me gusta, no voy a dejarme inmovilizar por ello.

Aprender a expresar tu ira con valentía por medio de nuevas formas de comportamiento será un buen primer paso. Luego, pensar de forma diferente que te ayude a trasladarte del comportamiento externo de tu salud mental al interno. El rehusar apoderarte del comportamiento de cualquier otra persona es el último paso, el objetivo final. Puedes aprender a evitar el comportamiento y las ideas de otra gente tengan el poder de perturbarte y molestarte.

Al tener una buena opinión de ti mismo y negarte a que te controlen los demás, no te perjudicará ni lastimará la ira.


La posesión del sentido del Humor

Es imposible enfadarse y reirse al mismo tiempo. La rabia y la risa se excluyen mutuamente y tú tienes el poder suficiente como para escoger cualesquiera de las dos.

La risa es el rayo de sol del alma. Y sin sol nada puede crecer ni vivir. Como dijo Winston Churchill:

Creo firmemente que no se puede tratar con las cosas más serias de este mundo a menos que uno comprenda las más divertidas.

Quizá te tomes la vida demasiado en serio. Tal vez la característica más acusada de la gente sana es un sentido del humor sin hostilidad. Un excelente remedio para la ira es ayudar a los demás a elegir la risa y aprender uno mismo a echarse para atrás y observar la incongruencia de casi todas las situaciones de la vida.

Dentro del esquema de las cosas de este mundo, lo que tú haces y el hecho de que estés enfadado, o no, provocará un impacto similar al que puede producir un vaso de agua volcado sobre el torrente de las cataratas del Niágara. Que escojas la rabia o la risa no importa mucho, salvo que la primera colmará tus momentos presentes de tristeza y la segunda de alegría.

¿Tan en serio te tomas a ti mismo y a la vida que no puedes echarte atrás y darte cuenta de lo absurdo que es tomar algo de forma tan solemne? No reirse es un indicativo patológico. Cuando empieces a ponerte demasiado serio y sensato en lo que a ti respecta o en lo que haces, recuérdate a ti mismo que no tienes más tiempo que este. ¿Qué sacas con desperdiciar tu presente estando enfadado cuando la risa sienta tan bien?

Hay que reirse por el mero placer de la risa. Es en si misma su propia justificación. No tienes que tener ningún motivo especial para reirte. Hazlo simplemente. Obsérvate a ti mismo y a los demás en este mundo insensato y decide entonces si andarás por ahi cargado de ira o si desarrollarás más bien un sentido del humor que te orotrgará uno de los dones más valiosos que existen: la risa. Sienta tan bien....


Algunas de las causas más comunes de la IRA

Es posible ver como la ira funciona todo el tiempo. Por todas partes se ven ejemplos de gente experimentando diversos grados de inmovilidad, desde una pequeña molestia hasta la furia ciega. Es el cáncer, aunque aprendido, que se introduce en medio de las interacciones humanas. A continuación, he aqui algunos de los casos más comunes de ira, es decir, de ocasiones en que la gente opta por ella.

la ira en el coche. los conductores le gritan a los demás por casi todo. El comportamiento que acelera el pulso ocurre cuando otra persona circula demasiado rápido, demasiado lento, no hace señales, señala equivocadamente, cambia de carriles o comete cualquier equivocación. Como conductor puedes llegar a experimentar gran cantidad de rabia e inmovilidad emocional por las cosas que te dices a ti mismo acerca de la manera como los demás deberian conducir. Igualmente, las congestiones de tráfico son como señales clave para los ataques de furia y hostilidad. Los conductores les chillan a los pasajeros y se expresan con palabrotas respecto a las causas del atasco. Todo ete comportamiento es consecuencia de un sólo pensamiento: Esto no debería estar sucediendo, y porque sucede, yo me voy a molestar e incitaré a los demás a escoger también la infelicidad.

La ira en los juegos competitivos: El bridge, el tenis, la canasta, el póquer y una variedad de otros juegos son grandes provocadores de ira. La gente se enfada con sus compañeros o con sus contrincantes por no hacer las cosas bien o por infracciones a las reglas del juego. Pueden llegar a tirar al suelo una raqueta de tenis porque cometieron un error. Y aunque gritar y patalear y tirar el equipo por los aires es más sano que gritarle o pegarle a los demás, es igualmente una barrera de contención para la plenitud de goce y realización de tu momento presente.

Ira ante lo que esáa fuera de lugar. Mucha gente siente rabia contra un individuo o un suceso que considera fuera de lugar. Por ejemplo un conductor de coche en una carretera o calle puede decidir que un ciclista o peatón no debería estar alli y tratar de echarlo fuera. Este tipo de ira puede ser sumamente peligrosa. Muchos de los denominados accidentes resultan en realidad de este tipo de incidentes en los que la furia incontrolada ha tenido efectos desastrosos.

Ira ante los impuestos. Por más cantidad de ira que se malgaste en rabiar contra los impuestos, nadie podra cambiar las leyes de nuestro pais pero la gente sigue rabiando igual porque los impuestos no son como ellos quisieran que fueran.

Ira debida a la lentitud de los demás. Si esperas que los demás funcionen según tu horario, optarás por enfadarte cuando no lo hagan y justificarás tu immovilización con "Tengo derecho a enfadarme. Hace media hora que me tiene esperando".

Ira por el desorden o desorganización de los demás. A pesar del hecho de que tu rabia alentará a los demás a comportarse de la misma manera, posiblemente persistirá tu actitud de escoger la ira.

Ira contra los objetos inanimados. Reaccionar con un grito de rabia porque te golpeas la espinilla o porque te das en el dedo con un martillo pueder ser terapéutico, pero sentir realmente furia y atravesar la puerta de un puñetazo no es sólo inútil sino que también puede ser muy doloroso.

Ira debida a algún objeto perdido. Por más que rabies, la rabia no logrará recuperar tu llave o tu monedero, y probablemente evitará que organices una búsqueda eficiente.

Ira ante sucesos mundiales que están fuera de tu control. Quizá no estés de acuerdo con la política del gobierno, con las relaciones exteriores, o la económica pero tu ira y la consiguiente inmovilización no cambiarán nada.

Los Muchos rostros de la ira

Ahora que has visto algunas de las ocasiones en las que puedes escoger la ira, miremos algunas de las formas que toma ésta.

La agresión verbal o el ridiculizar a tu cónyuge, hijos, seres queridos o amigos.

Violencia física, pegar, patear, golpear objetos o gente. Este comportamiento cuando es llevado a máximo extremo conduce a los crímenes de violencia que se comenten casi siempre bajo la influencia de una rabia inmovilizante. No se cometen crimenes y asaltos a menos que se descontrolen las emociones y la ira produzca una locura temporal. Puede resultar peligroso creer que la ira es normal o suscribirse a las escuelas psicológicas que impulsan a tomar contacto con la rabia y a desahogare dejándola salir. Igualmente, la televisión, el cine y los libros que divulgan la ira y la violencia y las presentan como comportamientos normales perjudican tanto al individuo como a la sociedad.

Decir cosas como "El me enfurece" o "Realmente tú me das mucha rabia". En estos casos, tu optas por permitir que el comportamiento de otra persona te haga infeliz.

Usar frases como "lo mato" , "lo deshago" o "hay que destruir a la oposición". Puede que pienses que esos son sólo decires, expresiones, pero en realidad lo que hacen es alentar la violencia y la ira y hacerla aceptable hasta en una competición amistosa.

Pataletas de rabia. Esta no es sólo una manera muy comun de expresar la ira sino que a menudo sirve para que el rabioso consiga lo que quiere.

El sarcasmo, el ridículo y el tratamiento del silencio. Estas expresiones de ira pueden ser tan perjudiciales y dañinas como la violencia física.

Si bien la lista de los posibles comportamientos iracundos podria seguir eternamente, los ejemplos que acabamos de citar son algunos de los más usuales cuando la ira aflora en esta zona errónea.

El sistema de retribuciones que tu has construido para escoger la ira.A fin de aplacar tu mal genio, lo más efectivo es empezar a percibir las razones que se tiene para usarlo. He aqui algunas de las motivaciones psicológicas para mantener en funcionamiento ese mal genio:

Cuando se te hace difícil controlarte, te sientes frustrado o derrotado, te es posible usar la rabia para trasladar la responsabilidad de lo que sientes a otra persona u otro suceso en vez de dominar tus propios sentimientos.

Puedes utilizar la ira para manipular a los que te tienen miedo. Esto es especialmente efectivo con los que son más jóvenes o más pequeños, física o psicológicamente.

Los accesos de ira atraen la atención de los demás y asi logras sentirte importante y poderoso.

La ira es una excusa muy cómoda. Puedes volverte loco-temporalmente- y luego disculparte diciendo: "No puedo evitarlo". Asi puedes exonerar tu comportamiento con una lógica de descontrol

Consigues lo que quieres porque los demás prefieron aplacarte que tener que tolerar tus rabietas y ataques de ira.

Si le tienes miedo al amor o a la intimidad, puedes enfadarte por algo y evitar de ese modo el riesgo de compartir algo emocionalmente.

Puedes manipular a los demás por medio de la culpa haciendo que se pregunten ¿Que hice yo para que se enfade de esta manera? Cuando los demás se sienten culpables, tú eres poderoso.

Puedes bloquear la comunicación cuando te sientes amenazado porque alguien es más habil que tú. Usas la rabia para evitar el riesgo de quedar en inferioridad de condiciones.

No tienes que ocuparte de ti mismo cuando estás enfadado. De ese modo puedes usar tus momentos presentes de una manera muy fácil al estar furiosos y evitar hacer lo que sea necesario para mejorarte a ti mismo. Utilizas la ira para desahogarte.

Puedes sumirte en una profunda compasión de ti mismo después de un ataque de rabia, compadecerte de ti mismo porque nadie te comprende.

Puedes evitar pensar con lucidez por el mero hecho de enfadarte. Todo el mundo sabe que no puedes pensar claramente en esos momentos . Asi que¿por qué no echar mano de la vieja ira cuando quieres evitar el pensar con rectitud y claridad?

Puedes usarla como excusa por un fracaso o por tu falta de capacidad. Incluso puedes llegar a evitar que los demás te ganen debido al miedo que inspiran tus accesos de mal humor.

Puedes utilizar la rabia como excusa diciendo que la necesitas para poder realzar algún trabajo espec!fico, pero en realidad la ira es un comportamiento inmovilizador y no ayuda a trabajar bien.

Al decir que la ira es humana, tienes a mano la justificación para tu comportamiento: "Yo soy un ser humano y así funcionan los seres humanos".


ALGUNOS PROYECTOS QUE PUEDEN SERVIR PARA REEMPLAZAR LA IRA
La ira se puede eliminar. Para ello es necesario pensar de distinta manera y se puede lograr ocupándose de un solo momento presente a la vez. Cuando te tengas que enfrentar con gentes o hechos que provoquen tu ira o te insten a escogerla, ten conciencia de lo que te dices a ti mismo, y entonces trata de elaborar frases nuevas que provocarán nuevas sensaciones y un comportamiento más productivo.
He aqui algunas estrategias específicas para combatir la ira.

Lo primero y más importante es tomar contacto con tus propios pensamientos en el momento mismo en que te enfadas, entonces debes recordar que no tienes que actuar asi simplemente porque siempre lo has hecho. Lo más importante es estar alerta al respecto.

Tratar de postergar la ira. Si tu reacción normal ante algo es enfadarte, trata de postergar es a ira durante quince segundos y luego explota como sueles hacerlo. La próxima vez trata de postergarla treinta segundos y sigue alargando los intervalos. Cuando empieces a ver que puedes postergar la ira, te darás cuenta que has aprendido a controlarla. Postergarla significa controlarla y con mucha práctica la eliminarás por completo.

Cuando tratas de utilizar la ira en forma constructiva para enseñarle algo a un niño, prueba a hacer como si estuvieses enfadado. Levanta la voz y frunce el ceño, pero no sientas todo el dolor físico y psicológico que acompaña a la ira.

No trates de engañarte a ti mismo diciéndote que disfrutas de algo que en realidad te es desagrdable. Algo puede desagradarte sin que por ello te tengas que enfadar.

Trata de acordarte en el momento en que te enfades que los demás tienen derecho a ser lo que escogen ser, que tu exigencia de que sean diferentes solo logra prolongar tu ira. Trabaja para lograr permitirle a los demás el derecho a sus propias elecciones asi como insiste en tu propio derecho a la libre elección.

Pídele a alguna persona de confianza que te ayuda. Pídele que te avise cuando estés enfadado ya sea verbalmente o con alguna señal convenida. Cuando recibas esta señal piensa en lo que estás haciendo y luego trata de usar la estrategia de la postergación.

Escribe un diario de tu comportamiento iracundo y apunta exactamente el dia, hora y lugar del incidente en el que escogiste enfadarte. Se muy exacto y cumplido en tus anotaciones; oblígate a apuntar todas las veces que has reaccionado con rabia. Pronto descubrirás, si persistes, que el mero hecho de tener que anotar el incidente servirá para persuadirte a escoger la ira con menos frecuencia.

Trata de estar cerca físicamente de algún ser querido en el momento en que sientas rabia. Una buena forma de neutralizar tu hostilidad es cogerte de las manos de alguien, a pesar de tu inclinación en contra y sigue asido a esas manos hasta que hayas expresado lo que sientes y disipado tu ira.

Habla con las personas que son los blancos más comunes de tu ira en un momento en que no estés enfadado. Comparte con el otro las actividades que más despiertan tu ira, y proyecta alguna manera por medio de la cual puedes comunicar tus sentimientos sin tener que recurrir a un comportamiento debilitante como es el de la ira.

Quizás una notita por escrito, un mensaje o una caminata para serenarse podrían dar resultado si antes se llega a un acuerdo al respecto, de modo que no sigan maltratándose mutuamente con exabruptos de ira que no tienen sentido. Al cabo de unos cuantos paseos para serenarte, empezarás a ver lo insensato que es dejarse llevar por el mal genio.

Aplaca tu ira durante los primeros segundos clasificando lo que sientes y lo que crees que siente tu compañero también. Los primeros diez segundos son cruciales. Si logras sobrepasarlos verás a menudo que la rabia se ha desvanecido por si sola.

Ten conciencia de que todas las cosas en las que crees serán desaprobadas por el cincuenta por ciento de la gente el cincuenta por ciento del tiempo. Si esperas que gran parte de la gente esté en desacuerdo contigo, verás que no escoges la ira. En cambio te dirás a ti mismo que el mundo es justo y recto porque la gente no está de acuerdo con todo lo que tu dices, piensas y haces.

Ten conciencia de que, si bien la expresión de la ira es una alternativa saludable a la de guardarse ese sentimiento en el interior, no sentirla en absoluto es la opción más saludable de todas. Cuando dejes de pensar que la ira es algo natural o tipicamente humano, habrás adquirido una razón interna para tratar de eliminarla.

Trata de no esperar demasiado de los demás. Cuando dejas de tener expectativas, dejas de esperar lo que muy bien puede ser imposible y dejas de enfadarte si no lo consigues.

Recuerda que los niños son siempre activos y bulliciosos y que no sacarás nada enfadándote. Y si puedes ayudar a que los niños hagan elecciones constructivas en otras áreas, no podrás nunca alterar su naturaleza básica.

Amate a ti mismo. Si lo haces, no te sobrecargarás de un sentimietno que resulta tan destructivo para tu persona.

Cuando te encuentres en una congestión de tráfico, controla el tiempo de espera sin explotar. Trabaja para lograr controlarte. En vez de gritarle a un pasajero, hazle una pregunta civilizada. Usa el tiempo creativamente escribiendo una carta, una canción o para descubrir formas de evadirte de la congestión de tráfico, o trata de revivir la experiencia sexual más estimulante de tu vida, o mejor aún, proyecta mejorarla.

En vez de sentirte esclavizado por todas las circunstancias frustrantes, usa esas mismas situaciones como un estímulo para cambiarlas. De ese modo, no tendrás tiempo para enfadarte en tus momentos presentes.

La ira se entromete en nuestro camino. No vale para nada, no es beneficiosa para nada. Como todas las zonas erróneas, la ira es un medio que sirve para usar elementos externos a ti a fin de explicar como te sientes. Olvídate de los demás. Haz por tu cuenta tus propias elecciones y no permitas que estas estén empañadas por la ira.


Fuente : Tus Zonas Erróneas – Dr.Wayne Dyer.